domingo, abril 10, 2005

En los últimos tiempos estoy aprendiendo la importancia del silencio. En mi silencio miles de cosas están siendo dichas. Ahora oigo...
Percibí que yo, sola con mis personalidades, causo mucho ruido
pero ahora decidí asumir eso...entonces bruscamente me freno...
no hablaré sobre mis relaciones con el mundo exterior y las diversas personas que en él habitan.
Ellas no saben de nada, sólo intentan saber...
y admiro su afan por intentar ingresar a un lugar que no existen puertas
porque venir aqui afuera..
Tampoco sé de nada, pero la idea de vivir en la ignorancia me atormenta.
Está ahí la lucidez vacía que me toma...
hágase el silencio y del vacío surjan los fantasmas. Mis incontables hilos deben esparcirse de otra manera que no es más esta. Seré yo más un fantasma? Mis fantasmas siempre son gente
y tiene nombre y rostro y manos y pies...y me hieren a veces...
Y no lo ven... yo no lo muestro,
Las palabras son una trampa y una cárcel en la que uno vive
enrejado entre lo que es y lo que uno piensa.
La ilusión normalmente cae así, porque no distingue, y al final sin embargo no cuadra.
La realidad no es lo que quieres. Y esa es la contradicción de los que escapamos de ella
saltando entre ellas, las palabras, creyendo que son nuestras amigas.
Solo hay que ver las viejas historias narradas.
Las rancias hojas, que hablan también del mundo según tu,
de tiempos vivos en papel que ya no son; para ver como a cada momento,
y cada que pueden, las palabras te asesinan, como cada que pueden te dan la espalda,
y cuando tú la das tienen afilado y en la palma el puñal para estocarte...
me hiciste falta... eso si lo llegaste a leer... mas no te digasnte a entender...
y hoy.. me averguenzo de haber intentado ser eso q llaman amiga..

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