Trazos, recuerdos, realidad,
observo un destino distante,
que un día veremos llegar,
lágrimas recorren nuestro inmenso mar,
en espera de que ese día
comience a brillar.
No es dolor, es angustia,
incertidumbre en el cristal,
de nuestras miradas perdidas,e
n el lago de la eternidad.
Traicionera paz y quietud,
que te impulsa a callar,
ese mar torrencial,
que por dentro quiere estallar.
Miradas vacías,inquietas,
ligeras,pues ya no pueden ceder,
se encuentran lejanas...
buscando más fe ...
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