No puedo creerlo.
Lo vivo y aún no lo creo. Te tuve conmigo como si tu hubiera tenido toda la vida, cuando nos vimos aquella vez, senti en mi corazón de que nos habíamos reencontrado. Que yo siempre te tuve en mi mente, y te instalaste en mi corazón. La idea era extremadamente ilógica para cualquier ser idoneo, hasta para mí que vivo en sueños... pero hoy que no tengo el menor reparo en decir que no quiero a nadie más que a tí.
No quiero escuchar a nadie, no quiero ninguna idea de princesa ni principe azul que llegará a rescatarme en el castillo, no creo en tener que conocer a alguien por años para entender de que va ser para tí. No creo en que tener una vida material asegurada me hará feliz. No creo en tener un buen esposo dispuesto a servirte todo el tiempo me hara feliz. No creo en que hallaré al hombre perfecto con las infinitas cualidades que tanto pedí me hará feliz. No creo en que el atardecer me hará ver el brillo en los ojos de esa persona para entender que lo amaré. No creo en que debo tener paciencia y ser más cuidadosa con quien elija. No creo en tener una cantidad de pretendientes que te ofrecen una y más dádivas para tu felicidad me hará feliz. No creo en la vida llena de diversiones, despilfarro, libertad, risa, dinero, poder, o lo que me prometan los demás me hará feliz. No creo en títulos ni grandes renombres que mi futuro van a asegurar. No creo en que debo darme más oportunidad con los muchos más.. No creo en nada mi amor, sólo vivo y muero por creer en tí, porque tú eres quien llena toda mi existencia para creer y tener la esperanza de una felicidad eterna. Solo en tí creo y por tí escribo todo esto... porque le diste sentido a mi insípida vida, de inmensos logros y satisfacciones, de vanidades y seguridades, de todo y cual pueda una mujer trabajar por años obtener y muchas otras envidiar, tú mi amor eres quien complementa mi vida y hace de que toda mi existencia pierda el sentido si tú no estas..
La promesa de amarte toda la vida siempre estará en mi ser, pase lo que pase, mi corazón siempre será tuyo. Aprenderé a vivir sin tí, pero no te olvidaré nunca. Nunca sabrás más de mí, porque te amo tanto que deseo que seas muy feliz, pero mis brazos siempre toda la vida estarán abiertos para acogerte como lo hice y aún lo hago..
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