viernes, noviembre 04, 2011

No comprendo muchas cosas, pero tenía claro que quería sentir en ese momento, dí todas las de perder y por alguna razón no me importaba salir herida. Lo único que no quería era herir a alguien más.
Cuando decidí hacerlo, pensé en un millón de cosas, en el rechazo, en el dolor en la pena, en la enfermedad, en las duras cicatrices, en el dolor intenso que estoy sintiendo en este momento, pensé en millones de cosas a las cuales yo me había prometido no sentir.
Los años iban pasando y en algún momento por obra de Dios sentí de que era tiempo de abrir mi corazón, de arriesgarme por algo real. De no huir al desamor que probablemente sería. Di mil vueltas esa mañana pensando en qué debo hacer?
De repente saliendo de clases, quise caminar un poco y no llegar a mi casa, tenía hambre.. y cansancio xq no había dormido casi nada. Esa tarde jamas la olvidaré, cuando volteaste a mirarme, fue algo que nunca había sentido en mi vida. No tenía idea de lo que sucedería en adelante, pero nunca pense retroceder.
Eran días donde yo me encontraba en un estado de transición, pensando en que "casa sería perfecta para mi" a veces no obtienes la que quieres, pero te le acercas mucho - decía un actor.
Debía conformarme con sólo cariño? Debía yo producir ese sentimiento hacia alguien con el tiempo? Estaba muy confundida, porque salía con alguien, alguien que por mucho tiempo era el perfil del principe que yo había buscado, y que finalmente apareció... Pero, por qué no tenía esa conexión fuerte con él? Por qué no  sentía la fuerza que yo esperaba al encontrarlo? Que era lo que me estaba pasando?
Esa noche le pregunté al Señor, Qué debía hacer y hacia donde debía ir.

Cuando llegue de clases, caminé hacia el patio, yo no tenía horarios ni sabía que habrían clases por el evento, sin embargo, sabía que la única clase que yo podría entrar sin arrepentirme era la del Pdte. Mora. Que pena - pensé. Porque estoy solita y parece  q no habrán clases - pensé. El señor de la puerta, me dijo que caminara de frente hacia el patio. Yo caminé pero hubo una fuerza q me impulsó a cambiar el rumbo y regresar y abrir la puerta principal. Voy a por lo menos peinarme y lavarme la cara, debo estar hecha un desastre - pensé. Cuando fuí a la puerta, vi una hoja bond pegada grande que decia.. CLASES HERMANO MORA AULA 2. Oh! que bonito, hacía tiempo que no lo veía y mientras espero a empiece el evento entraré - dije.
Cuando llegué, cansada, mal arreglada y con mucha hambre, el Pdte. Mora me recibió como suele hacer, muy feliz. Me senté en la primera banca q vi, puesto q ni libros ni sabía que clase sería? y no quería avergonzarme. Había poca gente, pero entre ellos, delante mío había alguien sólo, igual que yo.

Cuando el Pdte. Mora se fué a traer cosas, yo quería salir o juntarme con hermanas como suelo hacer, pero en ese instante, él volteó y por alguna razón, hubo un impacto dentro que no puedo explicar, que nunca había sentido en mi vida, intenté mantenerme igual y alejarme, pero me habló.

No tenía idea de quien sería, muchas veces me han hablado, y muchas clases y mucha gente he conocido de la misma forma, pero no podía controlar mis sentidos, temblé, balbuceé, estaba avergonzada y no sabía porque esa situación era tan extraña para mí, quería salir un rato, debía tomar aire. Alguien como yo? -pensé. Que te está pasando! tú nunca fuiste así! Yo manejo completamente todos mis sentimientos, sé a donde voy y de donde vengo y  a donde iré. Tengo una vida de muchos logros y junto con ellos, seguridades de mí misma. Soy sociable y amigable, y sé como exponerme a personas extrañas, qué me sucede??! - me dio mucha molestia.

Cuando se presentó, no recuerdo q cara puse, ni que dije, pero no era yo. Cuando terminó la clase, decidí que sería muy interesante entender que me sucedía y volver a tratar con eso, ese sentimiento. Le dí mi tarjeta, como suelo hacer con personas importantes para mí, le di mi nombre, el que me llaman sólo mis amigos más queridos... había algo queme impulsaba a mantenerme justo ese lugar.

Terminó la clase y supe que todo terminaría allí. Salí y encontre a mis amigos, debía contarselo a alguien.  De repente, volví a verlo y era una señal, que quiere el Señor que haga? me preguntaba mil veces. No ví el más mínimo interés de su parte, era de esperarse - pensé. No estoy en mi mejor momento.
Toda esa semana, pensé y analicé como suelo hacer con los proyectos que presento. Pensé y busque soluciones, día tras día, veía posibilidades y los pros y los contras de esa situación. Estaba lista para volver a vivirla? - pensé.

Ese día, sabía que era muy probable volver a verlo, pero el destino hizo de que el profesor terminara tarde, el taxi se desviara, mil percances q nunca me había sucedido, pero al fin, muy tarde pero llegue y él no estaba. Ahora entiendo, no volvería a verlo- pensé. Me sentí por un momento dolida y el dolor pronto se hizo paz y tranquilidad. Sentí esa paz que sientes cuando crees haber perdido algo y finalmente lo recuperas. Recuperé mi tranquilidad - dije.

Estuve tranquila, era muy tarde y le dije al Pdte. Mora q debía irme, y él me dijo .. Te espero a mi sgte clase, más tarde. Yo quice quedarme, pero ví de que habían chicos que sí bien trataban de llamar la atención, no hubo el más mínimo interés de mi parte, ni siquiera para hablar, estaba cansada, desilusionada y hambrienta. Salí por algo de comer y al regreso, pensé que debía hacer algo de mi parte y dejarle el resto a Dios. Fui a la oficina del Pdte.Mora y con una excusa vana dije muchas cosas, me dio compensaciones y muuuucho trabajo que hacer.. nunca había hecho algo así, pero estaban sus folders allí y los revisé. Lo encontré, es él - dije. No pierdo nada si tan sólo le hablo.

Ya en mi casa, con mucho trabajo que hacer y con hartas compensaciones, producto a mi interés. Lo busque. Lo encontré pero, me daba mucha pena y supe de que el domingo en la iglesia sabría que hacer. Mamá fue al templo ese día y por primera vez en mi vida, compartí con ella algo tan penoso como era, darle el nombre de un chico que me atraía para que ella orase en el templo por él y yo pueda entender que era lo que quería Dios. Ella escribió su nombre y me dijo de que esperaba de que yo no enfermara por causa de una depresión.

Cuando era domingo, de regreso a mi casa, quice ir nuevamente al ILN pero no pude, estuve tan triste de no haber ido a esa charla. Iba a echarme a dormir, tenía una exposición importantísima al dia siguiente y debía tener la mente lúcida. Cuando iba apagar la laptop, lo vi nuevamente y decidí agregarlo.
No entiendo aún como ocurrieron las cosas, no entiendo como de repente hablamos, no entiendo como quice a alguien que nunca me había visto en mi vida. No entendía muchas cosas, pero esta vez, ese sentimiento descontrolado, pudo allegarse a mí y pude manejarlo. Esta vez no me equivocaría - pensé. Hablamos poco, pero quería que riera y sea feliz, como suelo tratar a mis amigos más cercanos. Que gusto hablar contigo - dije.

Esa noche y al día siguiente ore mucho por él y por todas las aflicciones que le pasaban, le pedía al Señor que lo cuide y lo haga feliz, porque él lo merecía más que yo misma. Le pedí por mí, para que me ayude a no deprimirme y no enfermarme producto a eso. Le pedi sobre todo, que me ayude a elegir lo correcto.

Él de alguna manera formó parte de mis horas, estaba en todas partes, mientras estudiaba, trabajaba, leía, dormía, y yo sólo pensaba en mis imperfecciones y pedirle a Dios que me ayude a ser más perfecta.
Cuando de repente, sentí que él estaba más feliz y que tenía más razones del porque estarlo, vi que en él había nacido un sentimiento más fuerte, él había encontrado a su felicidad y cuando oré al Señor sentí que ella sí lo era. Es Señor me hizo sentir de que él la había encontrado y ella lo merecía. Mis lágrimas de alegría por haberme escuchado, se volvieron de tristeza porque en algún momento yo imaginaba que podría llegar a ser yo. Él es demasiado para mí, pensé. Y dormí tranquila.

Al día siguiente, quería sólo hablarle y decirle que me sentía feliz de que él lo era. De que podría contar conmigo en cualquier momento, pero lo noté extraño. No me respondía a nada. Sentí algo negativo, hable con mi mejor amiga y ella me sugirió que no lo molestara, porque a los chicos tan espirituales como él, no les agrada las personas que se meten en sus asuntos. Lo dejaré tranquilo - pensé.

No sé que sucedió, de pronto se alejó de mí y desde ese día he orado y he leido tratando de comprender el porque. Le he pedido al Señor que me de fuerza y no me haga decaer y enfermarme. Le he pedido que por favor lo cuide a él más que a mí y seguro me ha escuchado. Porque yo enfermé y volví a pasar por esa situación que tanto temía pasar y la razón por la cual me había encerrado lejos del amor.
Estoy tan débil y tan enferma que leí algo que sólo hace que yo logre comprender la razón y decía: En la debilidad, encuentra tu fortaleza. Espero hallarla y espero conseguir superar esto, y te agradezco porque eran muchos años de ser fuerte y quiza en algún momento mi fortaleza pudo ser orgullo y ahora sólo puedo manterme de pié pensando en que Dios me dijo que luche si siento que vale la pena, dé mi último esfuerzo y eso, es lo que hago con esto.

Que gusto conocerte.

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