miércoles, noviembre 02, 2011

Carta a un amigo


Era tan difícil pensar de diferente manera..

Cuando decidí conversar con el pdte. me dijo tantas cosas muy ciertas y que me llegaron a lo más profundo del corazón. Él me conoce desde que yo aún no tenía la mínima idea de que sería de mi vida profesional.
Tras 6 años me volvió a entrevistar, yo ahora con visiones y metas cumplidas, estoy segura de lo que soy y a donde quiero llegar. Cuando conversé con él, caí en cuenta de que había cometido un grave error... Lloré y pedí perdón al señor por haberme esforzado tanto en ascender profesionalmente y a la vez agradecí que a pesar de ello, fue tan bendecida...

Sabía que el señor que me escucharía y me ayudaría  a mejorar. Cuando el pdte. me aconsejo, me dijo de que era AHORA cuando debía comenzar a cambiar esto. Por qué eres tan cerrada e idealista? me dijo... deberías ser más receptiva y aceptar que la gente entre a tu corazón. No todos te harán daño, y si lo hace alguien, pues es el riesgo que se debe correr. Yo te recomiendo que consideres a alguien..

Y es cuando me hablo de él...

Entre tantas cosas que me dijo, hubo un momento en lo cual lo medité bastante y decidi hacer caso a su indicación.
Una semana pasó desde que lo veía y pensaba en darle "agregar" o NO. Era complicadísimo... tenía miedo, tal vez verg'uenza, tal vez pavor, me afligia la idea de que quizá ni siquiera me recuerde...
Tras muchos intentos decidí hacerlo y le pregunte al señor sí era correcto? y sentí de que sí era.

Para mi sorpresa conversamos.

Para más sorpresa, me recordó y para mi suerte, nos caímos muy bien.

No sé en que momento sucedió, pero de pronto en alguna parte de mi ser, sentí mucha calidez y mucho espíritu de su parte, irradiaba sentimientos buenos y sabía que podía llegar a ser una gran persona en mi circulo de amistad. En esos días oré bastante y puse su nombre en el templo para que oraran por él y que le den paz xq estaba pasando por dificultades...

Al poco rato, cuando quice volver a verlo ... caí en cuenta de que estaba enamorado. Dios contestó sus oraciones y de alguna manera las mías que iban hacia su felicidad, no voy a negar que fue una desilusión, pues un chico enamorado no suele invertir mucho tiempo en conocer nuevas amigas (como yo) pero por otro lado, él merecía ser feliz... él lo merecía mucho más que yo..

Adios mi querido amigo no sé cómo es que te ganaste tanto de mi ser? en tan poco tiempo.. Pero el dolor incomparable que sentí al ya no volver a verte, me hizo reflexionar en muchas cosas, era el tipo de herida que ya había olvidado que existían pero que sé que en estas alturas de mi vida las superaré...
No entiendo aún por qué lo fue, ni que hice, ni qué puedo hacer ... pero sólo sé que seguiré orando por mi ángel que sé que existe, que aún no sé su nombre... Pero que por un momento se llamó como tú.

Adios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario