martes, abril 08, 2008

tªn þº¢º quedª de mi que ªþenªs λ þuedº se® unª sºLª

Yo solo podìa sentir tu respiracion sobre mi frente,
pero eso no me importaba en ese instante...
la frustraciòn y las ganas de desaparecer que sentia segundos antes,
cayeron sobre tus brazos, cuando me tomaste fuerte dificultando un poco mi respiración y empujandome a tomar fuerza para seguir despierta.

Entre el viento helado de esa noche y mis recuerdos fríos del dìa anterior,
me limité a no oponerme a tu voluntad, aunque quizá hayas esperado otra reacción por tu proesa de llegar hasta mi cual ave a su nido.

Yo, como siempre, encerrada en mis miedos infantiles,atemorizada por resentimientos enclaustrados en mis ganas de crecer,
aferrandome a la idea de que pronto todo cambiaría .
Pero, ambos sabìamos que no era real.

Mientras yo me iba cayendo a pedacitos, tù tratabas de unirlos con paciencia y amor,
cuando la verdad màs cruel toco mi alma, tù secaste mis lágrimas
y otras veces lloraste conmigo,
uniste mi corazón con tanto cuidado y mucho temor,
como un niño une un vidrio bajo la mesa.

esa noche, se tornó más clara con tu sonrisa,
y tu mirada bastó para alumbrar el nuevo camino que iba tomar.
tus dedos bajo mis ojos , me despertaban de mi agonía,
y tus labios temblorosos me trajeron a la vida.

Gracias ...

Por no oponerte cuando mis palabras te golpeaban,
por abrazarme tan fuerte a pesar de mis espìnas,
por protegerme de un mundo que yo misma me encarguè de repararlo,
porque me hiciste sentir importante.


alguna vez pasaría a formar parte de unas letras...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario